oraciones diarias catolicas
Despierta, Señor, en los miembros de la Acción Católica, el deseo de vivir esta día que comienza como acólitos misioneros a fin de que siendo levadura en la masa transformen el planeta hacia ti. A fin de que todos los que consagran su vida a Dios en la Acción Católica hagan de la jornada que empieza tiempo para ofrecer testimonio vivo de Jesucristo, sacerdote, profeta y rey, que contagie a sus hermanos y les mueva a la fe. Asimismo pueden ser añadidas al Ángelus, al Rosario, a la Coronilla de la misericordia o cualquier otra oración que recemos frecuentemente.
Dios santo, que me dé cuenta de que todo el día y toda la noche estoy en Tu presencia. ¡Cuántas alegrías puedo darte en un día! ¡y cuánto dolor puedo causarte también en un día! Señor, te estoy pidiendo que me asistas a darme cada vez más cuenta de que mis pecados, son actos míos que te duelen a ti, momentos en los que paso de ti, escojo lo que me viene bien, dejándote a ti o a otros de lado; y por lo tanto mis errores te duelen.
Conozcamos Nuestra Fe Católica
Como sabes, cuando ingerimos algo, en el transcurso de un rato todavía es lo que es, pero pasado un tiempo pierde su identidad y lo transformamos en organismo de nuestro cuerpo. Por eso, ¿por qué no aprovechas al terminar la Misa para quedarte un rato sentado hablando serenamente con Él, que está físicamente dentro de ti?
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Coméntale a Dios con tus palabras algo de lo que has leído. Aquel día la comida se quedó encima de la mesa. Se la llevaron poco antes de la cena, que asimismo consistió en un poco de carne, La escena se repitió en los sucesivos viernes, hasta el momento en que terminaron por dársela los domingos. Lo que no está escrito es ahora cuando puedes decírselo, hablando el texto que has leído y las preguntas. En este momento es el instante importante, en el que tú hablas a Dios con tus expresiones, comentándole algo de lo que has leído. Cuando lo hayas hecho termina con la oración final.
oraciones diarias catolicas
Todos estamos llamados a ser santurrones viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno está. Sé santurrón viviendo con alegría tu distribución. Sé santurrón amando y ocupándote de tu marido o de tu mujer, como Cristo lo logró con la Iglesia. Sé santurrón cumpliendo con honradez y rivalidad tu trabajo al servicio de los hermanos.
- Dios santo, que me dé cuenta de que todo el día y toda la noche estoy en Tu presencia.
- Te consagramos nuestras ánimas y nuestros cuerpos, nuestros bienes materiales y espirituales, para que Tú solo dispongas de nosotros y de lo nuestro según tu beneplácito.
Las frases que aquí exponemos son propias de nuestra Asociación diocesana y pertenecen a nuestra dilatada tradición. Las compartimos por si acaso os puede enriquecer vuestra oración diaria y para que os acordéis de esta Acción Católica General de peregrina hacia el Cielo desde La capital de españa. Y los hombres hemos comprado ese amor tuyo, Señor, con pecados y faltas de amor. Jesús sabía que íbamos a pagarle así, que íbamos a serle desagradecidos, y aun de esta manera decidió entregarse para que le amáramos. ¡Qué no me desanime, Señor, que es una tontería! Poco a poco, con pequeños pocos, lograré realizar situación las cosas grandes que deseo – y Tú asimismo deseas – en mi vida.
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Ella les respondía que no entendía bien por qué, ya que poca o ninguna diferencia había entre aquel Jesús y el Jesús que está en el Sagrario. «Soy consciente, rezaba Newman, de que pese a mis faltas, deseo vivir y fallecer para gloria de Dios. Deseo entregarme totalmente a Él como instrumento suyo para la tarea que desee y a costa de cualquier sacrificio personal».
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